A mucha gente le cuesta meditar durante un rato largo, veinte o cuarenta minutos, y mucho más transformarlo en una práctica cotidiana.
Te sugiero ahora, que hagas un pequeño ejercicio:
-Durante cinco respiraciones tratá de no pensar en nada, sólo en respirar.
-Cuando digo "tratá", es un "tratá" suave, sin forzamientos, quizá los pensamientos vienen y entonces simplemente "mirarlos", y suavemente volver a la respiración. No engancharnos en los pensamientos que vengan. Sólo 5 respiraciones. Un minuto más o menos.
Ahora pensá que podés hacer este ejercicio una vez por hora. Parás y respirás cinco veces. A lo largo del día vas a haber hecho diez o quince minutos de respiración consciente. Una maravilla. No sólo porque ya lo estás logrando, sino porque te tomás el tiempo de ser consciente y salir del funcionamiento automático. Y quizá te de ganas de hacer no 5 sino 10 o 15 respiraciones. ¿No podés hacerlo todas las horas? ¿Cuatro, cinco siente por día.?
Lo que hagas, mejora tu vida.
No estoy más que comentando lo que dice el maestro zen Thich Nhath Hanh en su libro Sintiendo la paz:
"Si eres capaz de sentarte durante media hora, disfruta de esa media hora. Si sólo puedes hacerlo durante algunos minutos, disfruta de esos minutos. En cualquier caso te resultará provechoso."
Es que aunque parezca trivial, cuando nos acostumbramos a disfrutar de algunas respiraciones, y al hacerlo movemos toda la musculatura respiratoria, saliendo del esquema de respiración chiquita cerrada entrecortada protegida en el que habitualmente nos movemos aprendemos a disfrutar del aire como disfrutamos de un vaso de agua fresca que puede ser más sabrosa que el mejor trago.
Podés setear tu celu para que te avise cada hora, o utilizar el programa workrave que expliqué en otra entrada, o cualquier otra cosa que te ayude a recordar.
Y para terminar te dejo un video que resume un poco lo que significa este ejercicio.
http://www.youtube.com/watch?v=RvsmBwOWozI
No hay comentarios:
Publicar un comentario