miércoles, 25 de julio de 2012

Caminar

Dicen que caminar es el mejor ejercicio, que ayuda a la salud, a bajar el colesterol, a mantener la silueta, evitando los riesgos que tienen otras prácticas como correr o el ciclismo.
Pero uno no tiene tiempo muchas veces para dedicarle a ponerse ropa cómoda, llegar hasta un lugar con hermoso paisaje, y dedicar 40 minutos o una hora a la práctica.
¿Qué nos queda? Yo, por ejemplo, varias veces por semana tengo que ir en Buenos Aires desde Boedo y San Juan hasta Coronel Días y Honduras, un poco más de 25 cuadras. Si voy caminando puedo tardar entre 35 y 40 minutos. Si voy en colectivo, entre 30 y ¡más de una hora! según el tránsito. Si voy a buscar el auto a la cochera dependeré de que como este el embotellamiento, y de conseguir estacionamiento, pero con mucha suerte demoraré media hora. En coche o en auto, llego de los pelos, puteando contra taxistas, colectivos, energúmenos, el gobierno, etc, 
Caminando ahorro tiempo y salud. Claro, no es el dulce paisaje bucólico, con ovejitas y arroyitos, es el quilombo de Buenos Aires, pero ahí es donde vivo.

Lugares... ¿qué nos dice que es más lindo el arroyito cantarín que Boedo o Bulnes llenas de autos y bocinazos? ¿No es nuestra mente juzgadora, que decide qué es bueno y qué es malo? Qué pasa si nos ponemos a escuchar, nuestra calle, nuestra ciudad, sin prejuicios, animándonos a amar ese circo de la vida que se desenvuelve todos los días en las ciudades y que es donde elegimos vivir, trabajar, criar a nuestros hijos, desarrollar nuestros amores?
¿Qué pasa si simplemente ponemos toda nuestra sensibilidad a escuchar? Sin juzgar qué es bello, qué es bueno: simplemente aceptar lo que es.

Algunos tips del caminar yoguico en la gran ciudad.

- Probá a sentir tus pies.  Que toda tu concentración esté ahí. ¿Cómo pisás? ¿Con qué parte? Arco externo, interno, talón, punta. ¿Qué parte presiona más? Se puede hacer un buen ejercicio de conciencia simplemente con eso, o podés elegir las rodillas, o la articulación de la cadera, o tu respiración.

- Otra posibilidad es elegir el "afuera". Sin juzgar, escuchá. Todos los ruidos, los bocinazos, el ruido de las ruedas contra la calle, los motores, las voces, las radios ¿Cuántos canales simultáneos podés recibir? ¿Cómo se van conectando esos distintos canales? ¿Qué sinfonía producen? ¿Qué sentimientos te provocan? También podés elegir ver en vez de escuchar, caminar maravillado mirando cada color que se te presenta, carteles, autos, fachadas, semáforos, como si fueras un extraterrestre que acaba de llegar a la tierra y observa fascinado el desborde de creatividad de unos seres desconocidos.

- Quizá no estás en condiciones de ninguno de los ejercicios anteriores. ¿Qué tal escuchar música? Yo suelo tener una carpeta en mi celu de música clásica vocal, que me gusta más que la música new age para esto. Y pongo un tema, uno sólo y lo escucho. No lo pongo en repetición automática, dejo que el tema termine y vuelvo a ponerlo, para no caer en ese automatismo en el que me pierdo y la música sucede sin mi atención que anda planeando venganzas o placeres o negocios o que se yo que.



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