La postura correcta en meditación.
Si vas a practicar meditación, un punto muy importante es encontrar la postura correcta. Solemos pensar en el loto que, para quien puede practicarlo amigablemente, es decir sin tensión ni dolor, es una postura de gran estabilidad, pero para muchos occidentales, es difícil por la rigidez de nuestras caderas y nuestra falta de costumbre de sentarnos en el piso. Para muchoses imposiible o muy dolorosa, y peligrosa, para la salud de nuestras rodillas y caderas.
¿Por qué meditar requiere una postura? Todos los practicantes saben que meditar con la espalda recta y relajada favorece la actitud mental necesaria y diversas posturas ayudan a esto.
La espalda tiene diversas capas de músculos con distintas funciones. El trapecio y los dorsales, músculos exteriores y largos son responsables de los distintos movimientos que hacemos. Por el contrario, pegados a la columna, uniendo las distintas vértebras, hay muchísimos músculos pequeñitos cuya funcion es sostenerla para que no se derrumbe. Sin estos músculos y los pequeños ligamentos que los acompañan, la columna se vendría abajo.
Para sostener la espalda relajada hay que trabajar desde estos músculos internos y no haciendo tensión desde los grandes músculos exteriores. Esto se logra, por ejemplo, estirando la espalda al inspirar, como si quisiéramos empujar un techo imaginario con la coronilla y al espirar sostenemos la postura aflojando la espalda. Si practicamos esto varias respiraciones iremos encontrando esa idea "recta y relajada".
Otro punto importante tiene que ver con la posición de la cabeza. La mayoría de las tradiciones recomiendan una postura que este mirando de frente o ligeramente hacia abajo. Lo que es importante es que también la zona cervical (cuello) este estirado. Extrañamanete uno ve imágenes de meditadores que tienen la barbilla inclinada hacia arriba, lo que comprime la zona cervical y pone toda la columna en tensión. (fig 1). Además el cuello debería estar lo más vertical y estirado posible sin levantar la barbilla.
Lo que dijimos hasta ahora, vale para cualquier posición que elijas, desde el loto y todas las variantes de piernas cruzadas, sentado sobre los talones, o aún sentado en una silla.
Con respecto a las posturas de piernas cruzadas, además del loto, tenemos el medio loto en el que el empeine de uno de los pies se apoya en el muslo o la pantorrilla contraria, quedando el otro pie apoyado en el suelo (fig 2), o la postura birmana donde ambos pies apoyan en el suelo y las rodillas también (fig 3). Aún estas posturas pueden resultar difíciles para un occidental. Queda finalmente la postura común de piernas cruzadas o "sentarse a lo indio" (fig 4).
Para que estas posturas tengan cierta comodidad es imprescindible que las rodillas no queden por arriba de las caderas, ya que si no, se producirá una tensión y probablemente un encorvamiento de la espalda (fig 5), y en poco rato dolor en la zona. Para lograr esto hace falta sentarse sobre alguna altura. Los meditadores budistas suelen usar un zafu que es un almohadon relleno con algo duro que eleva la cadera alrededor de 20 cm. o más (fig 6). Cualquier elemento duro que se utilice y nos permita alcanzar esa altura (más o menos según la rigidez de cadera) hará que las rodillas no queden por encima y facilitará la tarea de sostener la espalda recta y relajada. Probablemente las personas con mucha rigidez necesiten mucha altura y sólo alcancen a realizar la postura común de piernas cruzadas.
Si aún esto no es posible -algo que no es nada extraño en nuestra sedentaria vida ciudadana- se puede buscar el apoyo de una pared que ayudará a relajar la espalda y descansarla.
También se puede conseguir o hacer un banco de meditacion para sentarnos (fig 7).
Si no, queda la posibilidad es usar una silla. Lo único importante es que la espalda esté derecha y relajada.
Un punto a destacar es el movimiento de la rodilla. Muchas personas en el intento de realizar el loto o alguna de sus variantes, olvidan que la rodilla es una articulación que funciona como una bisagra solamente, muy diferente del hombro o la cadera que permiten movimientos de rotación. Las articulaciones bisagra, como las bisagras de una puerta sólo permiten "abrir y cerrar", que en este caso es, acercar o alejar la pantorrila al muslo (o el pie al glúteo que es lo mismo). Todo intento de subir el pie para apoyarlo en el muslo sin tener en cuenta esta realidad forzara la "bisagra", ya que estaremos haciendo un movimiento de torsión con la rodilla que no es correcto para su funcionamiento. Esto puede provocar daños graves en diversos elementos de la rodilla especialmente los meniscos. Como norma, la rodilla no debe doler nunca.
La postura debe ser razonablemente cómoda, pero no tanto como para que nos quedemos adormecidos. Por eso, en general, no se recomienda meditar acostados, excepto que sea la única posibilidad por razones de salud. En determidos casos, como dolor lumbar, puede ser una opción, estar acostados, con las rodillas levantadas.
La postura es lo primero que el principiante debería cuidar, al iniciar una meditación. La simple tarea de respirar manteniendo la espalda recta y relajada es suficiente para el comienzo.
